¡Go to Gemba!

Vaya al Gemba es una de las expresiones favoritas del japonés Masaaki Imai el padre del KAIZEN o el mejoramiento continuo

El Gemba es para los japoneses un lugar especial o de significado importante que para nosotros se trate prácticamente de un lugar más, el Gemba para nosotros se trata de un lugar de trabajo, para los japoneses en cambio es el sitio sagrado donde tiene lugar la acción real, el lugar donde se agrega valor, o sea es lo mismo pero visto de manera muy diferente.

En el Gemba, dice Imai, las personas agregan valor o no lo hacen, los recursos, ya sean máquinas, equipos, herramientas u otros, agregan valor o no agregan valor y obviamente todo lo que no agrega valor no se justifica.

La filosofía KAIZEN de Massaki Imai, promueve que los gerentes o los supervisores se mantengan en estrecho contacto con el Gemba y se esfuercen por entender a profundidad lo que ahí sucede, como primer requisito para llevar a cabo una gestión eficaz. Que distinto es este enfoque o esta mirada a la creciente costumbre occidental que tiende a anclar a gerentes y supervisores en sus oficinas, presionando teclas y mirando pantallas de la computadora, o del iPhone o del iPad en una oficina climatizada.

No cabe duda que Masaaki Imai al ver a los gerentes y supervisores fuera del lugar donde se agrega valor, los corretearía y les diría ¡Go to Gemba! Pero ir al Gemba y estar en él tiene que ver también con el denominado “Liderazgo visible” tan necesario de promover y de ejercer hoy en día. Un liderazgo presente, cercano, disponible en el Gemba, en ese lugar sagrado donde se lleva a cabo la acción real y que agrega valor.

Napoleón Bonaparte como sabemos, era bastante pequeño de estatura pero era un gran estratega, hasta el día de hoy sus estrategias son dignas de estudio prácticamente en todas las academias de guerra del  mundo por lo singulares que eran. Destacaba en el liderazgo de Napoleón una característica especial: Cada vez que se iniciaba una batalla y el ejército de Napoleón entraba en acción, él se ponía al frente de sus soldados montado en un caballo blanco. Crees que Napoleón usaba un caballo blanco porque cuando repartieron los caballos a él le toco uno blanco ¡NO! Él exigió siempre que le dieran un caballo blanco y exigió además que a nadie más se le diera un caballo blanco ¿por qué? Por qué él quería ejercer precisamente lo que hoy conocemos como “liderazgo visible” y ahí estaba Napoleón delante de sus soldados, pecho al frente y visible ante su batallón, quienes sabían y sentían que su jefe estaba ahí con ellos. El ver a su jefe al frente imprimía una motivación inmensa entre sus soldados, tal que según algunos historiadores, equivalía a que la fuerza de combate de Napoleón se duplicara, o sea que si Napoleón iba con 5,000 soldados, era como si fuera con 10,000.

Bueno, usted que es gerente y supervisor obviamente no puede andar por ahí en el Gemba cabalgando o montado en un corcel blanco para ser visto, pero debe marcar presencia, de alguna manera, puede ejercer un liderazgo visible disponible, cercano, junto a su gente ¿para qué? Para que con buena disposición y entusiasmo le ayuden a lograr sus metas como equipo.

Pero ¡cuidado!, déjeme decirle que el liderazgo visible no se tratan de una simple visita o caminata gerencial una vez al mes acompañado de un séquito que le sigue simulando interés por que tiene que cumplir esa rutina, ESO NO ES SUFICIENTE, es más, eso no es liderazgo visible, el liderazgo visible verdadero es una disposición, una actitud y un estilo, permanente.

Ahora bien, usted se preguntará, ¿cómo se ejerce el liderazgo visible? FÁCIL: compartiendo su visión y entusiasmando a su gente para avanzar hacia ella, dándole el tiempo suficiente para escuchar con atención y con empatía a sus trabajadores, interesándose en conocer a su gente como personas y no solo como instrumento productivo, ayudando al desarrollo de las capacidades potenciales de su gente para que crezcan, estimulando el buen desempeño, usando felicitaciones, reconocimientos, halagos, en fin.

El liderazgo visible está cada vez más ausente en las empresas, hasta como que algunos piensan incluso como que el jefe es más importante mientras menos se vea o mientras más cueste conversar con él, eso desde luego no es así y hay que cambiarlo, no es bueno que los trabajadores sepan que el jefe está porque está el auto o que crean que el jefe no está por que el auto no se ve, se trata de que los empleados se sientan identificados, escuchados, comprendidos por su jefe.